El año 2017 mostró con claridad cuáles son las principales consecuencias de la pérdida de la mayoría legislativa en el Parlamento uruguayo. En octubre de 2016, el diputado Gonzalo Mujica anunció públicamente su alejamiento del partido de gobierno, lo cual provocó un cambio cualitativo en el proceso legislativo. Esta situación se extendió hasta el mes de setiembre de 2017 cuando Gonzalo Mujica, luego de intensas presiones, renunció a su banca y permitió que el Frente Amplio (FA) recuperara la mayoría perdida.
Recordemos que desde el año 2005, cuando Tabaré Vázquez accede por primera vez la Presidencia de la República, el FA contó con mayoría absoluta de miembros en ambas cámaras. Ese escenario garantizó a los sucesivos gobiernos altos niveles de eficacia parlamentaria (el 76% de los proyectos del Ejecutivo se convirtieron en ley) y un blindaje político para el accionar de sus ministros (el 100% de las 61 interpelaciones realizadas entre 2005 y 2016 culminaron con declaraciones de satisfacción por las respuestas de los ministros).
Datos duros
Los resultados en materia legislativa muestran que la 48° Legislatura (2015-17) ha sido menos productiva que las tres anteriores. Si bien en la presente legislatura se ha presentado un volumen de proyectos de ley algo superior a las dos anteriores (ver gráfico 1), el número de leyes sancionado resulta ser sensiblemente menor (ver gráfico 2). En el presente período se sancionó aproximadamente un 33% menos de leyes que en la legislatura anterior donde el FA contaba con una mayoría en ambas cámaras. Este hecho, sin dudas, representa un cambio sustantivo en los ritmos de productividad parlamentaria.

El gráfico 3 permite apreciar ese fenómeno desglosado por año. Como podrá apreciarse, la productividad parlamentaria fue inferior a lo esperado ya desde el primer año de la legislatura. Si bien en el segundo año se observó una recuperación, en el tercero se aprueba un tercio menos de las leyes sancionadas en el mismo período en la legislatura previa (118 contra 176). Ese deterioro podría responder a los efectos de la pérdida de la mayoría. Sobre ello, nos extendemos en la siguiente nota…
